EN CONSTRUCCIÓN PERMANENTE
Este blog está dedicado a unos momentos muy concretos de la historia musical de Cerdanyola del Vallès sin que sea su objetivo mostrarlo todo, pues no disponemos de tanto material ni de tanto tiempo. Tan sólo es una pequeña parte de lo ocurrido en las dos últimas décadas del siglo XX. Material arrinconado en cajas de zapatos que se quiere dejar ver. Eso es todo. Si alguien dispone de material y ganas, aquí estamos.

dimecres

II Festival de Blues Ciutat de Cerdanyola

1989
Julio, Pabellón Municipal (Gratís)

El festival pasa al Pabellón de Deportes. Unas mil personas empiezan a pedir algo más.

Llega la segunda edición del Festival –aunque posiblemente era demasiado pronto para llamar festival a una jornada de blues que estaba enmarcada en l’Estiu es Teu, programa de actividades lúdicas que cada año programaba el ayuntamiento-. Desde el ayuntamiento tomaron en principio las riendas, que eran por otra parte los que habían decidido dar soporte a la iniciativa y quienes aportaban los recursos económicos necesarios. Mientras esto ocurría, los miembros del departamento de musicales de la emisora municipal  habían recibido el encargo de gestionar las actuaciones  musicales de la recién estrenada sala multiusos del Casal de Joves Altimira. Mientras esto ocurría, los representantes de la emisora recibieron con sorpresa la llamada desde la Regidoría de Juventud anunciándoles que ya habían contratado al conocido bluesmen texano  Johnny Copeland para lo que sería la segunda edición del festival. Había un pequeño detalle, el contrato firmado especificaba que este se desplazaba sin grupo de acompañamiento, y que la banda la debía de seleccionar y contratar el promotor del concierto. Es decir, el ayuntamiento. Aquí fue cuando los técnicos del ayuntamiento pensaron que lo mejor sería que “los chicos de la radio” se encargaran del tema de nuevo.

Desde la radio se aceptó el compromiso de buscar a los músicos que deberían acompañar a Copeland. No les fue difícil, en aquel momento los Big Chief acababan de publicar un excelente disco de blues (Call my number) y resultaban ser una sólida banda con unos músicos de reconocido prestigio. Además de contratar a Javier Más, Neil  Geoffrey, Steve de Swart y Julian Vaughn para que presentaran su disco en el festival, harían de músicos de Johnny Copeland. Un ensayo un poco antes del concierto serviría.

De paso, tanto los técnicos de Juventud como los de la emisora municipal aprendieron una lección importante de cara al futuro: si la contratación la realizaba el ayuntamiento, el precio se disparaba automáticamente. El precio de la contratación de Copeland fue muy elevado para venir sólo con su guitarra en el avión.

La actuación salió adelante sin problemas. Los músicos que le acompañaron eran de primera fila. Ensayaron sólo dos temas durante la prueba de sonido para comprobar que todo marcharía sobre ruedas.

Esa noche también actuaron en el pabellón de la calle Santa Ana, una banda que esa noche debutaba en Cerdanyola y que pronto se haría con un lugar privilegiado en el panorama del rock blues nacional, y acabaría convirtiéndose durante los años siguientes en casi imprescindibles en diferentes ediciones del festival: el trío cántabro Los Del Tonos.

A Los Del Tonos los descubrieron para Cerdanyola una noche en la que Manolo Ibarro, Albert Puig y Toni Álvaro se desplazaron a Barcelona para ver en la sala Zeleste la primera actuación que los Pixies ofrecían en el país. Una vez finalizado el concierto, subieron a la Sala 2 dónde alguien les había comentado que actuaba un grupo de Cantabria que prometía. Allí fueron a tomarse la última cerveza y junto a poco más de una veintena de personas, se quedaron prendados con la vitalidad y la fuerza de aquel trío. Nada más acabar el concierto, se acercaron a los músicos y les propusieron actuar de teloneros de Johnny Copeland. Cuando, finalmente actuaron en Cerdanyola, para mucha gente fueron el descubrimiento de la noche por encima del mismísimo Copeland. De esta forma se iniciaba una relación entre grupo y ciudad que duraría bastantes años, y proporcionaría momentos inolvidables.

Como colofón de aquella segunda edición, el equipo de musicales de la emisora municipal vivió una experiencia que los animaría a seguir adelante con renovadas energías y objetivos más ambiciosos. Al día siguiente del concierto de Johnny Copeland a Cerdanyola, fueron a Badalona, dónde se celebraba la primera edición del “Blues & Ritmes”. Allí se encontraron a representantes de la prensa de Barcelona. Algunos se interesaron por cómo había ido la actuación el día anterior, y les comentaron que era curioso que no hubieran intentado obtener una mayor presencia en las planas de la prensa nacional (la segunda edición del festival de Cerdanyola había pasado prácticamente desapercibida). Eso les hizo pensar que habían de comenzar a vender el producto. Con más intensidad.

Durante los meses siguientes, desde la emisora se empezaron a programar conciertos en el Casal de Joves de Altimira y en otros espacios de la ciudad. Tuvieron una buena puesta en marcha con el músico norteamericano Elliott Murphy. Luego continuaron durante una buena época y lograron traer a gente como The Inmates, Antonio Vega, Los Rodríguez, Lagartija Nicks, Los Bichos, The Godfathers, Dr. Feelgood (uno de los últimos conciertos con Lee Brilleaux), Chris Wilson, Los Mestizos, Los Proscritos, Los Sencillos y La Búsqueda entre otros, además de grupos locales. Pero esto ya es otra historia.

III Festival de Blues Ciutat de Cerdanyola

1990
Sábado 2 de Junio  Casal de Joves (gratis)
Los Del Tonos (Cantabria)

Domingo 3 de Junio Pista de Hokey (500 pts.)
Hubert Sumlin & Louisiana Red with Blues de Luxe (USA)

Viernes 8 de Junio Casal de Joves (gratis)
Blues Reunion '90  (Barcelona)

Sábado 16 de Junio Casal de Joves (gratis)

Este año le tocó a la desaparecida pista de Hockey. Hubet Sumlin y Louisiana Red imparten su lección de historia. En el Casal de Joves, Los Del Tonos se convierten en la aternativa a la aluminosis.




Organización:
Ajuntament de Cerdanyola del Vallés
Antena Directa
Casal de Joves Altimira
Ateneu de Cerdanyola


La tercera edición del festival está destinada a pasar a la historia por diversos motivos. En primer lugar, porqué fue –por primera vez- un Festival que se alargó durante varios días. En segundo lugar, por los escenario en los que se desarrollaron las actuaciones: el recién estrenado Casal de Joves Altimira y la ya desaparecida pista descubierta del Club de Hockey de Cerdanyola, uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, que durante muchos años acogió numerosos eventos y espectáculos públicos, además de  de las competiciones deportivas para la cual estaba destinada. Y, finalmente, porqué fue la primera vez en que los medios de comunicación –incluyendo a TVE, que envió sus cámaras bajo el control de la periodista Celia Díez, una de las redactoras de la emisora  municipal que en aquel momento era también corresponsal de este medio- enviaban a sus periodistas para seguir el festival.

Una repercusión en prensa que se consiguió, en gran parte, gracias a un improvisado Gabinete de Prensa que se instaló en el Casal de Joves, entre otras cosas, porqué…… era, en aquellos momentos, uno de los únicos puntos de Cerdanyola donde se podía trabajar con… un fax. Esta tecnología, puntera, hacía poco que se había implantado en el mercado y mucha gente aún no se acaba de creer que era posible enviar un papel de forma inmediata, de Cerdanyola a Madrid o cualquier lugar del mundo, sin haber tener que enviar un mensajero o esperar los 3 o 4 días que un principio podía tardar el correo ordinario.

Para esta tercera edición, el festival ya estuvo sin ninguna discusión, bajo el control artístico del personal de la emisora. Y más concretamente bajo la coordinación de Manuel Ibarro y Albert Puig. Aunque aún se produjeron algunas divergencias, el motivo fue el diseño del cartel. Este fue presentado por parte de los técnicos del ayuntamiento como una cosa hecha. Un cartel, por otra parte. Muy moderno y rompedor pero que provocó algunas discusiones sobre si sería o no efectivo. Finalmente, todos reconocieron que cumplió el objetivo.

También y por primera vez, la organización por parte del ayuntamiento, además de la Regidoria de Juventud, pasó a depender del Ateneu y de la mano de Xavier Gordo.

A estas alturas, todos tenían claro que si se quería obtener el máximo rendimiento posible de un presupuesto –que era más bien reducido- lo mejor era dejar claro que el festival no lo organizaba directamente el ayuntamiento, sino una entidad a la cual el ayuntamiento entregaba el dinero para que lo gestionase y que tenía un presupuesto reducido y muy limitado, además de estar perfectamente controlado. Por otra parte, los dos locutores de la radio habían demostrado durante los años anteriores, una sobrada capacidad para organizar eventos y habían consolidado una red de contactos de la que no se disponía en ningún departamento del ayuntamiento. Su papel a la cabecera del certamen quedaba, pues, plenamente consolidado y se mantendría durante un tiempo.

En el momento de confeccionar el cartel, pensaron inmediatamente en Los Del Tonos, se merecían repetir después de su buena actuación en la segunda edición. Además, el grupo tenía previsto estrenar su primer disco “Tres hombres enfermos” por esas fechas. Su actuación en Cerdanyola y en el Casal de Joves Altimira, sería la presentación del disco delante del público. Un concierto que aún hoy muchos recuerdan.

Más importante aún fue la oportunidad de traer a la ciudad a dos figuras del género que en aquel momento ya eran consideradas leyendas vivas. Hubert Sumlin y Louisiana Red, dos venerables “mayores” que llevaban más de medio siglo en activo y que constituían un “gancho” irresistible para los aficionados al blues más clásico y con raíces.

Desde Sevilla llegaba la Caledonia Blues Band, que recién estrenaba su primer disco y que ya estaban considerados como la mejor banda de blues hispana. Destacaban su guitarrista “Lolo” y su cantante norteamericano, además del excelente harmonicista “Mingo”.

A destacar también, la primera actuación de una Cerdanyola Blues Band que se organizó con algunos de los músicos que se movían alrededor del Aula de Música Moderna del Casal de Joves y que cumplieron dignamente con su papel.

El Casal de Joves también acogería un interesante concierto de la banda británica, Julian Pipers & The Junkyard Angels. Pero para la pequeña historia musical de la ciudad, se podrá recordar que en esta edición actuó por primera vez en Cerdanyola la espléndida Montse Pratdesabas, es decir, Big Mama. Y con ella una banda de excelentes músicos que también acabarían pasando a la historia de la música de este país. Tanto ella como los músicos, se convertirían luego en unos habituales visitando nuestra ciudad. Actuaron con el nombre de Blues Reunion 90’ en el Casal de Joves, y,  podemos decir, que fue el embrión de los futuros y magníficos Blues Messengers.

Algunas curiosidades

Montse Pratdesabas recuerda que sus primeros bolos como Big Mama fueron en La Cova del Drac, y que el concierto de Blues Reunion en el festival de Cerdanyola, fue el primero que hicieron fuera de La Cova con el grupo. Anteriormente ella ya había participado con grupos como La Harmònica Coixa Blues Band,  Special Company,  Harmónica Zúmel Blues Band, New Blues Explosion, Blueswing…. y en otros festivales como el de Jazz de Terrassa  o el de Santiago de Compostela. Su primer concierto lo realizó en su pueblo cuándo tenía 14 años.
  
Como anécdota para recordar de la Caledonia Blues Band, los organizadores cuentan cómo, después de la prueba de sonido, el tristemente desaparecido “Grillo” (un habitual en todas las movidas de la ciudad), se enrolló de forma espontánea con los músicos y sin que nadie de la organización lo supiera, los convenció para llevárselos a cenar a un clásico de aquella época, “El Quinqué”. El problema surgió cuando se acercó la hora de empezar el concierto y los músicos no habían llegado aún. Con los nervios a flor de piel, consiguieron averiguar dónde estaban, casi por casualidad “se los ha llevado el “Grillo” al Quinqué”. Hasta allí se desplazaron a buscarlos y se encontraron con que algún músico ya había empezado otro concierto.  Costó lo suyo sacarlos de allí, al menos a uno. El entusiasmo era tal, que quiénes fueron a buscarlos debieron soportar por parte de algunos asistentes, eso tan típico de “qué poco te enrollas tío” y etc. El concierto de la pista de hockey se retraso un poco más de lo normal y gracias a la mayoría de la banda que si que espabilaron para estar allí.

También se recuerdan pequeños patinazos históricos como cuando el cantante de la Cerdanyola Blues Band anunció que iban a interpretar una pieza de Gary Moore –guitarrista de hard-rock reconvertido al blues y que en aquellos momentos vivía una etapa de popularidad gracias a un buen disco de versiones bluseras- para acometer a continuación con uno de los grandes clásicos de todas las épocas del blues.

Otro momento para la historia, y del cual desgraciadamente no ha quedado constancia documental, fue la “jam sessión” que se organizó en los vestuarios del Club de Hockey entre Hubert Sumlin y “Lolo” de la Caledonia, entre los pocos y privilegiados espectadores que pudieron seguir la exhibición de los dos guitarristas. Por lo que respecta al concierto de las dos viejas leyendas, se convirtió en una experiencia de aquellas para recordar toda la vida. Como anécdota, han quedado los pequeños problemas que se derivaron de la condición física de los artistas. Factor que obligó a la organización a improvisar sobre la marcha la instalación de una rampa para poder acceder al escenario. Louisiana Red era incapaz de subir por unas empinadísimas escaleras.

Y finalmente, para cerrar este capítulo de recuerdos de aquellas memorables noches, y aunque los organizadores no tienen un recuerdo claro de ello, se ha de comentar el problema derivado de una excesiva distribución de invitaciones para asistir al espectáculo de la pista de Hockey. Era la primera vez que se trataba de un concierto de pago y, aunque la pista se llenó de gente, muy  poca gente pasó por taquilla. Al final se llegó a la conclusión de que las diversas personas que tenían la posibilidad de distribuir las invitaciones, no habían controlado lo suficiente. Otra lección para el futuro.

En definitiva, la tercera edición del festival, se cerró con una valoración más que positiva. Según los organizadores, “el último día estábamos tan contentos que ya estábamos preparando la cuarta edición”

dimarts

V ANIVERSARIO ANTENA DIRECTA

23 de abril de 1988

Wom-A2



En el 1987 una serie de personas estaban colaborando con más o menos intensidad alrededor del programa nocturno de Antena Directa  “La Conjura de los Necios”. Eran, Manuel Ibarro (se había estrenado haciendo radio con el programa Radio Cacahuet junto al ya desaparecido Fco. Javier Espelosín), Toni Álvaro y Juan Antonio Hidalgo (que provenían de la desaparecida Radio Cerdanyola) y Albert Puig, que llegaba de “Onda Uno”. Alrededor de ellos y del programa había otros como Guillermo Martínez, Victor LaCarta, Juan Costa o Carles Arbués.

El V Aniversario de la emisora (Antena Directa)


“La Conjura de los Necios” era un programa consolidado y aquel año la emisora municipal se planteaba como iba a celebrar su V Aniversario. En aquella época se vivía unos momentos muy dinámicos a todos los niveles. Había dinero y ganas de hacer cosas. La emisora tenía claro que se tenía que celebrar el aniversario y consolidar la imagen de la emisora. Se esperaban propuestas. Se trataba de todo un reto ya que en aquellos momentos los ayuntamientos estaban involucrados en el tema de las emisoras municipales, y hasta en algunos momentos se tenía la sensación de que existía una cierta competencia entre ellos por este tema. El ayuntamiento de Cerdanyola, por otra parte –como otros muchos ayuntamientos- había comenzado a organizar numerosos conciertos con artistas de primera fila, que habían tenido una muy buena respuesta por parte del público. En definitiva, se decidió celebrar el aniversario en un fin de semana y con dos veladas musicales diferentes.

La primera parte se dedicaría a un público más amplio con la actuación de Los Mustangs y de Los Sirex. Siendo presentado por el equipo del programa “Varios Fundamentales”, que prepararon una serie de diversos gags humorísticos para la ocasión. Entre ellos estaban Roberto Sánchez y Manuel Acedo, que acabarían pocos años después formando parte de la primera línea de las ondas de la Cadena Ser. En dicha fiesta velada también participarían la Cerdanyola Rock Band, un grupo de  músicos locales que se juntaron para la ocasión.

La segunda velada era potencialmente más complicada. El equipo de musicales decidió contratar a La Polla Records. Grupo que en aquel momento estaba en su momento de máxima popularidad y que atraía un  numeroso público allí donde actuara. Pero…. no precisamente con un perfil que pudiera garantizar un concierto sin problemas. Los otros grupos invitados al aniversario eran Wom-A2 y Los Amantes de María.

El concierto de “La Polla Records”


Hay quien piensa que fue precisamente el concierto de La Polla  Records (exactamente el 23 de abril de 1988) el día que, en cierta manera, se crean las bases de lo que acabaría siendo al año siguiente, el Festival de Blues de Cerdanyola. Aunque también recuerdan muy bien, que al acabar los conciertos del V Aniversario de la emisora y totalmente exhaustos, dijeron desde el equipo de musicales, que nunca más se meterían en un fregado como ese.

Con muchas prevenciones, el ayuntamiento de Cerdanyola acabó aceptando la propuesta de la radio, gracias en parte al decidido soporte del Cap de Prensa y Director de la Emisora, Josep Maria “Xaneta” Cortada.  “Xane” hacía tiempo que estaba involucrado activamente, entre otros proyectos, en el reto de encontrar cosas positivas y preferiblemente culturales, que hicieran posible que la ciudad de Cerdanyola saliera “al mundo exterior”. Aunque sólo fuera una vez al año. La ciudad, al igual que la mayor parte que otras situadas al entrono más cercano de Barcelona, se encontraba totalmente “eclipsada” informativamente por lo que pasaba a la capital. Era muy difícil hacerse con una imagen que el ayuntamiento pudiera vender. A nivel informativo, no existían. Ni tan siquiera para la prensa local. Durante un tiempo –entre la desaparición de la Revista de Sardanyola, al 1977 i la creación del boletín de información municipal “Riu Sec”, al 1979- lo que pasaba en la ciudad no era recogido en ningún medio de comunicación, ni interno ni externo. Una situación que, por cierto, cambiaría en aquellos años de efervescencia local.

El 1987 se crearía en la ciudad un medio de comunicación: el periódico mensual “El Cerdanyola” y por otra parte, el “TOT Cerdanyola”, una pequeña revista publicitaria gratuita, destinada a convertirse, durante muchos  años, en el único referente informativo en papel impreso, a pesar de ser un medio más publicitario que informativo.

Fuere como fuese, el caso es que “Xaneta” decidió dar todo su apoyo a la arriesgada propuesta de traer a La Polla Records a la ciudad.

Ya han pasado 25 años e Ibarro recuerda un momento crucial antes de celebrarse el concierto:

“Xaneta y yo nos llamamos para hablar, y finalmente, llegamos a la conclusión de que, aunque pudiera haber algunos problemas, nos veíamos en condiciones de controlarlos. Sobre todo porque como tampoco éramos tan imprudentes, estaba claro que aquel día tanto la policía local como la nacional estarían en alerta máxima”.

La cosa fue de la siguiente manera:

“Xane nos comenta que el ayuntamiento le ha recomendado la posibilidad de suspender el concierto. Hay mucho temor y alarma, y le están presionando para que no se realice el concierto. Se hizo famosa la frase “que vienen los eskinis”. Nos pone al corriente en un encuentro que tenemos en su casa. Si no recuerdo mal, estaban conmigo Toni Álvaro y Albert Puig. Las palabras de Xaneta  –que nunca olvidaré-  fueron estas”:

Xane: Esto es lo que hay, vosotros mismos. Se hará lo que vosotros decidáis!

-Nosotros queremos continuar (le dijimos)

Xane: Pues entonces, adelante!

Finalmente, Josep Maria Cortada consiguió el visto bueno de “los políticos”, en gran parte bajo se responsabilidad. Según Ibarro: “Era una situación en que nos encontraríamos en diversas ocasiones  durante los siguientes años; el Xane ofreciéndonos todo su apoyo frente a los intereses políticos, y a veces en situaciones bastante más conflictivas, que ahora no viene a cuento comentar. Sin su decidido apoyo, este concierto, el Festival de Blues y muchas más cosas, nunca se hubieran podido realizar.

“Muchos” llegaron a asegurar que si se hacia el concierto, estaba cantado que Cerdanyola se llenaría de “punkies” y “otras tribus”, y que posiblemente acabarían provocando altercados o alteraciones del orden público. Como era previsible, el primero de los vaticinios se cumplió al 100%.  E indudablemente el aniversario de Antena Directa tuvo una inmejorable resonancia pública…. que era al fin y al cabo lo que se buscaba. La segunda de las predicciones (la posible existencia de problemas en las calles y etc.), la verdad es que todos tenían claro que existía esa posibilidad.

Para que os hagáis una idea del poder de convocatoria de la emisora municipal, vale la pena recordar que para este concierto se repartieron 5.000 invitaciones una a una en la misma emisora que estaba situada en el Ateneu. Se lanzó e mensaje de quién quisiera acudir al concierto debería llamar por teléfono, dejar su nombre y DNI. Luego, debería recoger la invitación en la misma emisora. Parece increíble ¿no? Pues no lo fue. Se repartieron una a una en la misma puerta de de Antena Directa. Durante dos semanas aquello fue una auténtica locura.

Pues imaginar cómo estaba la gente de la emisora el día del concierto. No se tenía ni idea de cómo era la producción de un concierto y allí se vieron frente a todo aquello. Cuando no estaban controlando la entrada, estaban llevando cervezas a los vestuarios o colocando vallas sobre la marcha. Otros se dedicaban a sacar o “a tirar” gente del escenario a abajo. La gente se intentaba colar por numerosos y lugares impensables. No cabía ni un alma en el pabellón. Y todo esto, sólo con el personal de la emisora. De alguna manera, cada uno tenía su cometido. En taquilla estaban las periodistas de informativos, María José Ruiz y Celia Díez. De la seguridad se encargaba Jesús Pérez (Los 60 duros). Un auténtico caos muy afortunado.

Precisamente el día del concierto, 23 de abril, la mujer del inestimable Josep Maria Cortada, rompería aguas. Evidentemente, para el Cap de Prensa del Ayuntamiento y Director de Antena Directa, la fiesta de la emisora pasó rápidamente a un segundo plano. Mientras se realizaban las pruebas de sonido y él estaba en el hospital esperando el nacimiento, los nervios de los organizadores eran cada vez más intensos. Según el personal de la emisora, en ningún momento se produjo ninguna situación especialmente conflictiva o peligrosa, pero, tal y como esperaban, la ciudad se vio inundada de gente. La mayoría y como era lógico, alrededor del Pabellón de la calle Santa Ana. Aquello era una locura, el pabellón estaba a reventar y en la calle había gente para llenar otro.

Ibarro recuerda que al no estar Xaneta, la policía iba a él o a cualquier otro de la emisora para pedir instrucciones… glup… Confiesan que hubo momentos en los que se sintieron desbordados. Hasta que apareció Enric Senabre, primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento. Nadie lo esperaba, pues ese día tenía que marchar fuera de Cerdanyola para un asunto familiar y consciente de que Josep Maria Cortada estaba en el hospital, decidió pasar por el pabellón antes de marcharse para ver qué ambiente se respiraba. La selva de crestas y litronas que vio fue suficiente como para anular el viaje familiar, dejar a la familia en casa y volver al Pabellón para hacerse cargo de la situación.

Según Ibarro, a su llegada le preguntó si él estaba al cargo, este dijo que… un poco todos. Junto a un policía local le dijo que le acompañara. Dieron la vuelta al pabellón dando pequeños toques a la gente para que no se “desmadraran”.

“Yo flipaba” –comenta Ibarro- “finalmente, Senabre se puso con nosotros a requisar en la puerta las litronas que la gente pretendían entrar. No dábamos a basto”

Finalmente, el concierto se realizó sin ni un solo incidente. Exceptuando quizás, pequeños incidentes como la vomitada en los zapatos del Teniente de Alcalde mientras le requisaba una botella a uno de los asistentes en la puerta de entrada del Pabellón. Otro de los momentos “tensos” de la tarde/noche fue cuando antes del primer “bis” de La Polla, el escenario se lleno de gente y con el resto del pabellón abarrotado, empezaron a gritar con una solo voz “asesinos, asesinos”. Fue un momento de acojonamiento total. El escenario estaba a tope y allí la única seguridad que había eran los chavales de la emisora, que hacían prácticamente de todo. En ese momento, nadie sabía que iba a pasar a continuación, pero los de La Polla volvieron y mientras interpretaban otro tema, la gente empezó asaltar del escenario a la pista. Se recuerda como algunos de la emisora contribuían dando algún empujoncito que otro a la gente. Una vez finalizado el concierto, el pabellón se empezó a desalojar con toda la tranquilidad del mundo. Entre los que había dentro y fuera, había bastantes más de 5.000 personas. Glorioso punto y final de la velada.

Ya con el Pabellón vacio y con la gente de la emisora respirando y  descansando estirados sobre el escenario, apareció la silueta inconfundible del Xaneta. Levantó los brazos realizando el signo de la victoria y gritó ¡ja soc pare!

Sin duda, una tarde/noche para recordar. 23 de Abril de 1988. Bienvenida a este mundo Mariona.







dilluns

Big Chief

1988

Javier Mas, guitarra
Neil Geoffrey, guitarra y voz
Julian Vaughn, batería
Steve de Swart, bajo y voz

Big Chief and Johnny Copeland